Esta firma de ingeniería de tejidos apuesta por la investigación e innovación como piezas angulares para su futuro crecimiento
Desde 2011, la firma biotecnológica Osteophoenix, situada en el BIC Bizkaia Ezkerraldea de Barakaldo, ha logrado certificar diversos desarrollos de ingeniería para la regeneración de órganos y tejidos en los campos odontológico, maxilofacial y craneal.
Su equipo promotor se plantea llevar a cabo nuevas rondas de financiación para acelerar sus investigaciones, evitar quedarse atrás en un sector como el biotecnológico con fuerte competencia y, a su vez, dar a conocer al público en general la existencia de técnicas de reconstrucción de tejidos a medida. Tales técnicas evitan que pacientes que hayan sufrido intervenciones quirúrgicas por accidentes o enfermedades presenten posteriormente deformidades en las áreas tratadas.
En la actualidad, las técnicas existentes de reconstrucción ósea y de tejidos permiten hacer a medida de cada paciente prácticamente cualquier zona dañada o perdida. La ingeniería de tejidos de Osteophoenix es capaz de lograr esas reposiciones mediante la creación de réplicas prácticamente exactas. «Podemos hacer a medida -indica Mauricio Lizarazo, fundador de Osteophoenix- cualquier dispositivo, tanto de columna, como de cadera, de rodilla… la medicina ya no debería ser estandarizada, sino a medida de las necesidades de cada persona«.
Hace 15 años, Mauricio Lizarazo y Ángela Pertúz , ambos odontólogos colombianos, comenzaron a adentrase en el conocimiento de la regeneración tisular guiada en odontología, técnica periodontal que restaura el hueso y el ligamento periodontal, y también en la aplicación de la tecnología CAD-CAM, (diseño y manufactura asistidos por computador), en dicho campo.
Tras años dedicados a la formación e investigación, toman la decisión de dedicarse de lleno a desarrollar su actividad emprendedora en el mundo de la ingeniería de tejidos. En los inicios, con el apoyo de un business ángel y en el marco del programa Gauzatu del Gobierno Vasco pudieron invertir en la compra de la maquinaria necesarias para llevar a cabo su proyecto.
Certificación
Decidieron montar una sede de la empresa en Colombia para realizar las pruebas necesarias para la acreditación a un coste muy inferior y, en noviembre de 2014, con los resultados obtenidos en el país sudamericano, lograron aquí su primera certificación conforme a la norma ISO 13485; acreditación reforzada un año después, en noviembre de 2015, con la obtención de la certificación ISO 9.001.
En la actualidad, Osteophoenix cuenta con varias líneas de negocio interconectadas.
En primer lugar, los remplazos óseos en titanio, elaborados a partir de una máquina de producción en 3 dimensiones, y que permite, en coordinación con el equipo médico especializado en la cirugía concreta, elaborar piezas craneales, maxilofaciales e incluso de columna totalmente ajustadas a las características fisiológicas de cada paciente en concreto. Esto supone un avance respecto a piezas “genéricas” y no adaptadas a las necesidades concretas.
En segundo lugar, Osteophoenix tiene patentado y comercializa un sistema propio de regeneración de hueso, (mediante la colocación de una barrera de titanio), que permite, meses después la realización de implantes dentales en áreas donde antes era imposible ejecutarlo.
Otra rama de actividad son los tratamientos de regeneración basados en el empleo de matriz extracelular. «Esta rama la tenemos certificada en Colombia y ahora tenemos que trabajar por lograr la certificación en Europa”. Mediante la aplicación de estos métodos de ingeniería de tejidos, se está viendo que se permite regenerar incluso amputaciones. “Supondrá, sin duda, un hito importante en lo que se refiere a la medicina regenerativa”.
Con un futuro prometedor
“Los desarrollos que estamos realizando, así como las continuas investigaciones necesarias–remarca Mauricio Lizarazo requieren de mucho esfuerzo, tiempo y recursos” En este contexto, adquiere especial relevancia el papel de instituciones, como Seed Capital Bizkaia, que apuestan por impulsar en los momentos iniciales proyectos de estas características.
“Tenemos la perspectiva de que nuestra apuesta de investigación y empresarial tiene futuro. Para ello, tenemos que llegar a ser conocidos no sólo por los médicos, que son nuestros principales prescriptores, sino también por los pacientes para que puedan solicitarlos; ese es nuestro gran reto”.